Historia de Noxus
La humana ciudad estado de Noxus es, de muchas maneras, la antítesis moral de Demacia. Es una lugar donde los fuertes físicos y mentales adquieren poder a través de cualquier medio, sin tener en cuenta las consecuencias hacia sus compañeros ciudadanos.
La ciudadanía de Noxus generalmente se queda con el principio de "solo los fuertes, sobreviven" puntualizando las cualidades de benevolencia y compasión como signos de debilidad. La fuerza lleva a la fuerza, por lo menos hasta donde alcanzan a comprender los humanos de Noxus. Esta supuesta crueldad, aun asi, no es un indicador de caos. Como es lógico y necesario entre humanos, Noxus es una ciudad estado ordenada, donde las leyes protegen a los ciudadanos de todo mal.... por lo menos de sus compañeros. En Noxus, aun así, los que tienen poder son claramente protegidos por la ley mucho mas que los que no.
Donde otros asentamientos humanos tienden a dar la bienvenida a otras razas entre su sociedad, los noxianos son decididamente xenófobos. Los no-humanos son, por lo alto, no bienvenidos dentro de los limites de la ciudad estado. No hay excepciones a esto, a menos que el no-humano haya demostrado ser útil o temido(o incluso las dos). Los visitantes e imigrantes humanos no son tratados mucho mejor, a menos que como los no humanos, muestren competencia o inspiren terror en sus enemigos.
A priori de la formación de la Liga, Noxus era renombrada por un espectaculo llamado El Víscero. Era un evento de gladiadores con un cruel giro: cuando un luchador ganaba combates, el número de oponentes que debía derrotar simultáneamente, generalmente prisioneros de guerra, aumentaba. Esto significaba la muerte eventual para cada combatiente, aunque también una gloria sin parangón. Tanto Xin Zhao como Alistar sobrevivieron al espectáculo, con Xin Zhao teniendo el récord del máximo número de oponentes derrotados, aunque se rumorea que la supervivencia de Xin Zhao en "El Víscero" esta vinculada a una relación entre el y un miembro de la familia Du Couteau.
La organización de la política de gobierno de Noxus es el Alto Mando Noxiano, y actua como cabeza del ejército. En Noxus, el ejército controla todos los aspectos de la política terrenal; no hay separación entre la guerra y la política. El eternamente juvenil líder del Alto Mando, el general Boram Darkwill, ha gobernado Noxus durante incontables años. el general Darkwill ha excedido su esperanza de vida como humano; se rumorea que se mantiene vivo debido a magia nigromántica. Esa conclusión
tendría sentido, especialmente considerando que él lleva gobernando Noxus desde antes de la época de Jarvan I de Demacia. Su supuesta hambre infinita por el poder y por conquistar ha conducido a Noxus a ser la amenaza mas tenebrosa para sus vecinos hoy en día.
En tiempos mas recientes, el gobierno noxiano estaba en un estado de transición. El general Boram Darkwill fué asesinado y el Alto Mando Noxiano estaba eligiendo al próximo Gran General. Las luchas por el poder entre los diferentes generales y las luchas políticas entre los apoyos de estos se habían abierto paso a través de Noxus.
Finalmente, derrotando al retador Keiran Darkwill, Jericho Swain asumió la posición de Gran General de Noxus. Fué capaz de sobrepasar todas las tretas del duelo con su astucia y movimientos rápidos. Con el soporte de sus aliados, meramente Darius, se hizo con la posición mas alta de Noxus.
Noxus es una ciudad que se asemeja a sus habitantes -- oscuros y siniestros. La fundación de la ciudad tubo lugar en una montaña de granito, y una gran parte de la ciudad se encuentra bajo tierra. Las estructuras están construidas en la cima y dentro de la misma montaña. Un tremendo foso, lleno de infusiones de líquidos sucios y pútridos, circumnavega la ciudad; el foso sirve como una poderosa forma de cortar el acceso a Noxus de todos los puntos claves, excepto unos pocos, los cuales están bien vigilados. En la cima de la montaña de granito esta el cuartel general del Alto Mando Noxiano; la misma montaña simula una calavera vista desde lejos. Más allá de los gruesos muros de la ciudad se encuentran los habitantes que son demasiado pobres( o desafortunados) para vivir dentro. El nivel subterráneo de la ciudad de Noxus es como quien dice, igual de grande que el nivel de arriba, con numerosas tiendas, tabernas y residencias que comprenden el sórdido vientre de la notoria ciudad-estado. Noxus contiene la mayor red de mazmorras en toda Runeterra, con numerosos nobles noxianos reclamando el control de varios pasajes y habitaciones subterráneas.
El Alto Mando Noxiano escogió estratégicamente no oponerse a la formación de la Liga de las Leyendas, e incluso les dieron un tibio soporte a sus actividades. Estaba claro para los agentes de poder de Valoran que Noxus podia leer las escritura en el muro: oponerse a la Liga, especialmente con la mayoria de Valoran apoyando la formación, seria básicamente, un suicidio. Soportando su formación, Noxus logró dos finales. Por una parte, Noxis tendria un grado de paz forzada entre ellos y Demacia. Esto permitiría a Noxus concentrar sus esfuerzos en conquistar cualquier otro lugar, aunque su historial de conquistas desde la formación de la Liga ha sido considerablemente decepcionante. Por otra parte Noxus se concentraría su considerable talento para la magia en la Liga, permitiendo un grado mayor de éxito en conflictos contra los demacianos. Hasta la fecha, la eterna guerra contra Demacia ha sido justo eso -- eterna. El conflicto noxiano con Demacia ha sido, la mayor parte, subrrogado en Los Campos de la Justicia para un considerable coste reducido en materiales y personal. Mientras que su enemigo mortal ha sido capaz de relajarse un poco, Noxus ha sido capaz de relajarse considerablemnte mucho mas sin el puño de hierro de Demacia acercandose sobre sus cabezas.
En tiempos mas recientes, La Campaña de Pacificación Bárbara de los noxianos fue cancelada cuando los bárbaros se aliaron con Freljord, la nueva ciudad-estado. Los noxianos fueron forzados a retirar sus tropas en base a las reglas de la Liga. Noxus tambien perdió su revancha contra Jonia y tubo que devolver las provincias sureñas de vuelta a Jonia. Noxus despues enfrentó a Demacia en la ciudad de Kalamanda. La progresión de la guerra fue prevenida por la intervención de la Liga.
La ciudad comparte una relación de amistad con la ciudad-estado de Zaun. El Alto Mando Noxiano suele invocar campeones zaunitas para luchar en la Liga representando a su nación. A cambio, Noxus asiste a Dr.Mundo en su ambición por crear al perfecto asesino mejorado mediante la ciencia. Ellos le proporcionaron a Mundo un laboratorio en su ciudad y le dieron carta blanca para perseguir su idea en su tiempo libre. Los noxianos tambien reclutaron mercenarios durante su invasión a Jonia, los 2 mas atrozes fueron Singed y Warwick. La cantidad de muerte yd estrucción que estos dos locos desataron todavií deja huella en la historia de Jonia. Cuando la reanimación nigromántica de Urgot se mostró problemática para Noxus debido a las heridas que ya poseía, un erudito de Zaun llamado Stanwick Pididly resolvió el problema forjando un nuevo cuerpo para el verdugo.
La ciudadanía de Noxus generalmente se queda con el principio de "solo los fuertes, sobreviven" puntualizando las cualidades de benevolencia y compasión como signos de debilidad. La fuerza lleva a la fuerza, por lo menos hasta donde alcanzan a comprender los humanos de Noxus. Esta supuesta crueldad, aun asi, no es un indicador de caos. Como es lógico y necesario entre humanos, Noxus es una ciudad estado ordenada, donde las leyes protegen a los ciudadanos de todo mal.... por lo menos de sus compañeros. En Noxus, aun así, los que tienen poder son claramente protegidos por la ley mucho mas que los que no.
Donde otros asentamientos humanos tienden a dar la bienvenida a otras razas entre su sociedad, los noxianos son decididamente xenófobos. Los no-humanos son, por lo alto, no bienvenidos dentro de los limites de la ciudad estado. No hay excepciones a esto, a menos que el no-humano haya demostrado ser útil o temido(o incluso las dos). Los visitantes e imigrantes humanos no son tratados mucho mejor, a menos que como los no humanos, muestren competencia o inspiren terror en sus enemigos.
A priori de la formación de la Liga, Noxus era renombrada por un espectaculo llamado El Víscero. Era un evento de gladiadores con un cruel giro: cuando un luchador ganaba combates, el número de oponentes que debía derrotar simultáneamente, generalmente prisioneros de guerra, aumentaba. Esto significaba la muerte eventual para cada combatiente, aunque también una gloria sin parangón. Tanto Xin Zhao como Alistar sobrevivieron al espectáculo, con Xin Zhao teniendo el récord del máximo número de oponentes derrotados, aunque se rumorea que la supervivencia de Xin Zhao en "El Víscero" esta vinculada a una relación entre el y un miembro de la familia Du Couteau.
La organización de la política de gobierno de Noxus es el Alto Mando Noxiano, y actua como cabeza del ejército. En Noxus, el ejército controla todos los aspectos de la política terrenal; no hay separación entre la guerra y la política. El eternamente juvenil líder del Alto Mando, el general Boram Darkwill, ha gobernado Noxus durante incontables años. el general Darkwill ha excedido su esperanza de vida como humano; se rumorea que se mantiene vivo debido a magia nigromántica. Esa conclusión
tendría sentido, especialmente considerando que él lleva gobernando Noxus desde antes de la época de Jarvan I de Demacia. Su supuesta hambre infinita por el poder y por conquistar ha conducido a Noxus a ser la amenaza mas tenebrosa para sus vecinos hoy en día.
En tiempos mas recientes, el gobierno noxiano estaba en un estado de transición. El general Boram Darkwill fué asesinado y el Alto Mando Noxiano estaba eligiendo al próximo Gran General. Las luchas por el poder entre los diferentes generales y las luchas políticas entre los apoyos de estos se habían abierto paso a través de Noxus.
Finalmente, derrotando al retador Keiran Darkwill, Jericho Swain asumió la posición de Gran General de Noxus. Fué capaz de sobrepasar todas las tretas del duelo con su astucia y movimientos rápidos. Con el soporte de sus aliados, meramente Darius, se hizo con la posición mas alta de Noxus.
Noxus es una ciudad que se asemeja a sus habitantes -- oscuros y siniestros. La fundación de la ciudad tubo lugar en una montaña de granito, y una gran parte de la ciudad se encuentra bajo tierra. Las estructuras están construidas en la cima y dentro de la misma montaña. Un tremendo foso, lleno de infusiones de líquidos sucios y pútridos, circumnavega la ciudad; el foso sirve como una poderosa forma de cortar el acceso a Noxus de todos los puntos claves, excepto unos pocos, los cuales están bien vigilados. En la cima de la montaña de granito esta el cuartel general del Alto Mando Noxiano; la misma montaña simula una calavera vista desde lejos. Más allá de los gruesos muros de la ciudad se encuentran los habitantes que son demasiado pobres( o desafortunados) para vivir dentro. El nivel subterráneo de la ciudad de Noxus es como quien dice, igual de grande que el nivel de arriba, con numerosas tiendas, tabernas y residencias que comprenden el sórdido vientre de la notoria ciudad-estado. Noxus contiene la mayor red de mazmorras en toda Runeterra, con numerosos nobles noxianos reclamando el control de varios pasajes y habitaciones subterráneas.
El Alto Mando Noxiano escogió estratégicamente no oponerse a la formación de la Liga de las Leyendas, e incluso les dieron un tibio soporte a sus actividades. Estaba claro para los agentes de poder de Valoran que Noxus podia leer las escritura en el muro: oponerse a la Liga, especialmente con la mayoria de Valoran apoyando la formación, seria básicamente, un suicidio. Soportando su formación, Noxus logró dos finales. Por una parte, Noxis tendria un grado de paz forzada entre ellos y Demacia. Esto permitiría a Noxus concentrar sus esfuerzos en conquistar cualquier otro lugar, aunque su historial de conquistas desde la formación de la Liga ha sido considerablemente decepcionante. Por otra parte Noxus se concentraría su considerable talento para la magia en la Liga, permitiendo un grado mayor de éxito en conflictos contra los demacianos. Hasta la fecha, la eterna guerra contra Demacia ha sido justo eso -- eterna. El conflicto noxiano con Demacia ha sido, la mayor parte, subrrogado en Los Campos de la Justicia para un considerable coste reducido en materiales y personal. Mientras que su enemigo mortal ha sido capaz de relajarse un poco, Noxus ha sido capaz de relajarse considerablemnte mucho mas sin el puño de hierro de Demacia acercandose sobre sus cabezas.
En tiempos mas recientes, La Campaña de Pacificación Bárbara de los noxianos fue cancelada cuando los bárbaros se aliaron con Freljord, la nueva ciudad-estado. Los noxianos fueron forzados a retirar sus tropas en base a las reglas de la Liga. Noxus tambien perdió su revancha contra Jonia y tubo que devolver las provincias sureñas de vuelta a Jonia. Noxus despues enfrentó a Demacia en la ciudad de Kalamanda. La progresión de la guerra fue prevenida por la intervención de la Liga.
La ciudad comparte una relación de amistad con la ciudad-estado de Zaun. El Alto Mando Noxiano suele invocar campeones zaunitas para luchar en la Liga representando a su nación. A cambio, Noxus asiste a Dr.Mundo en su ambición por crear al perfecto asesino mejorado mediante la ciencia. Ellos le proporcionaron a Mundo un laboratorio en su ciudad y le dieron carta blanca para perseguir su idea en su tiempo libre. Los noxianos tambien reclutaron mercenarios durante su invasión a Jonia, los 2 mas atrozes fueron Singed y Warwick. La cantidad de muerte yd estrucción que estos dos locos desataron todavií deja huella en la historia de Jonia. Cuando la reanimación nigromántica de Urgot se mostró problemática para Noxus debido a las heridas que ya poseía, un erudito de Zaun llamado Stanwick Pididly resolvió el problema forjando un nuevo cuerpo para el verdugo.
Campeones de Noxus
![Imagen](/uploads/2/4/7/5/24755817/7367480.jpg?200)
Swain, El Maestro Estratega
Los primeros datos de la existencia de Swain se remontan a las anotaciones de un médico de un hospital noxiano. Según las mismas, Swain entró cojeando en el pabellón sin llorar ni quejarse; tenía la pierna derecha partida en dos, con el hueso por fuera de la carne. Llevaba un pájaro pequeño y ceñudo sobre su hombro. El médico mirada horrorizado al muchacho mientras éste respondía con una calma absoluta a las preguntas sobre su estado de salud y edad. La mirada de Swain no parpadeó ni siquiera cuando los contrapesos de arena pusieron la tibia en su sitio con el eco de un chasquido, y sus ojos tampoco se movieron tras el estallido del peroné. Rechazó la recomendación del médico de seguir un tratamiento de magia para curar el daño irreparable de su pierna, y se limitó a pedir una muleta antes de salir arrastrando los pies. Más adelante volvió a aparecer en algunos informes del ejército noxiano, aunque es obvio que están incompletos. Normalmente un muchacho cojo sería rechazado con vergüenza de la orgullosa legión noxiana, pero los archivos indican que su primer nombramiento fue el de oficial al mando.
Los hombres que le sirvieron (y sobrevivieron) han continuado a su cargo con una fe y una lealtad inquebrantables. Trepó por la jerarquía del Alto Mando, a menudo ascendiendo cuando sus superiores solicitaban hombres de categorías inferiores para integrarse en su unidad. Swain, un astuto estratega, era condecorado después de cada batalla que libraba, por lo general cojeando con aire contemplativo a la vanguardia del asalto. Su ascenso al poder parecía imparable, hasta que de pronto fue obligado a permanecer inactivo antes de la invasión jonia, una decisión desconcertante que olía a subversión burocrática. Si Swain se sintió indignado por los acontecimientos que siguieron, nunca lo desmintió. Su semblante era tan inexpresivo que algunos decían que era una máscara con la que ocultaba su rostro inhumano. También había mucha controversia en torno al pájaro que llevaba siempre en el hombro, cuyo nombre sólo Swain conocía. Cuando Demacia aumentó su presencia en la Liga, Swain volvió a disfrutar de un papel activo.
''Si aún no has perdido la capacidad de preguntar, es posible que aún no clames alivio.''
-Swain
Los primeros datos de la existencia de Swain se remontan a las anotaciones de un médico de un hospital noxiano. Según las mismas, Swain entró cojeando en el pabellón sin llorar ni quejarse; tenía la pierna derecha partida en dos, con el hueso por fuera de la carne. Llevaba un pájaro pequeño y ceñudo sobre su hombro. El médico mirada horrorizado al muchacho mientras éste respondía con una calma absoluta a las preguntas sobre su estado de salud y edad. La mirada de Swain no parpadeó ni siquiera cuando los contrapesos de arena pusieron la tibia en su sitio con el eco de un chasquido, y sus ojos tampoco se movieron tras el estallido del peroné. Rechazó la recomendación del médico de seguir un tratamiento de magia para curar el daño irreparable de su pierna, y se limitó a pedir una muleta antes de salir arrastrando los pies. Más adelante volvió a aparecer en algunos informes del ejército noxiano, aunque es obvio que están incompletos. Normalmente un muchacho cojo sería rechazado con vergüenza de la orgullosa legión noxiana, pero los archivos indican que su primer nombramiento fue el de oficial al mando.
Los hombres que le sirvieron (y sobrevivieron) han continuado a su cargo con una fe y una lealtad inquebrantables. Trepó por la jerarquía del Alto Mando, a menudo ascendiendo cuando sus superiores solicitaban hombres de categorías inferiores para integrarse en su unidad. Swain, un astuto estratega, era condecorado después de cada batalla que libraba, por lo general cojeando con aire contemplativo a la vanguardia del asalto. Su ascenso al poder parecía imparable, hasta que de pronto fue obligado a permanecer inactivo antes de la invasión jonia, una decisión desconcertante que olía a subversión burocrática. Si Swain se sintió indignado por los acontecimientos que siguieron, nunca lo desmintió. Su semblante era tan inexpresivo que algunos decían que era una máscara con la que ocultaba su rostro inhumano. También había mucha controversia en torno al pájaro que llevaba siempre en el hombro, cuyo nombre sólo Swain conocía. Cuando Demacia aumentó su presencia en la Liga, Swain volvió a disfrutar de un papel activo.
''Si aún no has perdido la capacidad de preguntar, es posible que aún no clames alivio.''
-Swain
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Leblanc, La Embaucadora
Toda ciudad tiene su lado oscuro, incluso aquellas de dudosa reputación. Noxus, aunque su nombre se pronuncie con una mezcla de admiración y repugnancia, no es ninguna excepción a esta sencilla regla. En las entrañas de las tortuosas mazmorras que se entretejen bajo sus oscuras y serpenteantes calles, late el auténtico corazón de esta creciente metrópolis, refugio de toda suerte de maleantes. Entre los cultos, los aquelarres y las sociedades secretas establecidos en este laberinto, LeBlanc, la embaucadora, preside la Rosa Negra, una secta superviviente de una época pasada pero cruel de la historia noxiana. Despiadada y en apariencia eternamente joven, LeBlanc y los suyos fueron un pilar para los asuntos políticos de Noxus durante la era precedente a la militarización del gobierno noxiano. En aquellos días, este gremio de magos poderosos se reunía en secreto para debatir sobre sus objetivos ocultos y para practicar un arte más sutil que aquel por el que se decantaban los que ocupaban el poder.
Aunque sus verdaderos motivos siempre han sido un misterio, se cree que la Rosa Negra era el verdadero poder que imperaba detrás del trono mientras la aristocracia aún reinaba en Noxus. Cuando la capacidad marcial pasó a ser la base de aquellos cuya voluntad dominaba el Imperio, la Rosa Negra pareció desaparecer de la noche a la mañana. Muchos supusieron que aquel tiempo había quedado atrás y que sus integrantes habrían dejado a un lado su intención de dominar la sociedad y la política. Aun así, cuando LeBlanc se presentó en las puertas de la Academia de la Guerra, quedó claro que los maestros de la sombra y el fuego simplemente habían estado ganando tiempo, a la espera de que emergiera una nueva autoridad absoluta: la Liga de Leyendas.
'El mundo es muy distinto para aquellos incapaces de ver más allá de sus narices''.
-- LeBlanc, la embaucadora
Toda ciudad tiene su lado oscuro, incluso aquellas de dudosa reputación. Noxus, aunque su nombre se pronuncie con una mezcla de admiración y repugnancia, no es ninguna excepción a esta sencilla regla. En las entrañas de las tortuosas mazmorras que se entretejen bajo sus oscuras y serpenteantes calles, late el auténtico corazón de esta creciente metrópolis, refugio de toda suerte de maleantes. Entre los cultos, los aquelarres y las sociedades secretas establecidos en este laberinto, LeBlanc, la embaucadora, preside la Rosa Negra, una secta superviviente de una época pasada pero cruel de la historia noxiana. Despiadada y en apariencia eternamente joven, LeBlanc y los suyos fueron un pilar para los asuntos políticos de Noxus durante la era precedente a la militarización del gobierno noxiano. En aquellos días, este gremio de magos poderosos se reunía en secreto para debatir sobre sus objetivos ocultos y para practicar un arte más sutil que aquel por el que se decantaban los que ocupaban el poder.
Aunque sus verdaderos motivos siempre han sido un misterio, se cree que la Rosa Negra era el verdadero poder que imperaba detrás del trono mientras la aristocracia aún reinaba en Noxus. Cuando la capacidad marcial pasó a ser la base de aquellos cuya voluntad dominaba el Imperio, la Rosa Negra pareció desaparecer de la noche a la mañana. Muchos supusieron que aquel tiempo había quedado atrás y que sus integrantes habrían dejado a un lado su intención de dominar la sociedad y la política. Aun así, cuando LeBlanc se presentó en las puertas de la Academia de la Guerra, quedó claro que los maestros de la sombra y el fuego simplemente habían estado ganando tiempo, a la espera de que emergiera una nueva autoridad absoluta: la Liga de Leyendas.
'El mundo es muy distinto para aquellos incapaces de ver más allá de sus narices''.
-- LeBlanc, la embaucadora
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Darius, La Mano de Noxus
No hay mayor símbolo del poder de Noxus que Darius, el guerrero más temido y más curtido en batallas de toda la nación. Tras quedarse huérfano cuando era pequeño, Darius tuvo que luchar para sobrevivir. Lo hacía no sólo por él, sino también por su hermano pequeño. Cuando se unió al ejército, ya había desarrollado la fuerza y la disciplina de un soldado veterano. La primera prueba de verdad de la determinación de Darius llegaría en una batalla crucial contra Demacia, en la que las fuerzas noxianas estaban agotadas y superadas en número. El capitán de Darius ordenó a sus tropas que se retirasen, pero Darius se negó a aceptar semejante acto de cobardía. Saliéndose de la formación, Darius avanzó hacia el capitán y lo decapitó con un solo movimiento de su gigantesca hacha. Aterrados y motivados por igual, los soldados siguieron a Darius a la batalla y lucharon con increíble fuerza y fervor. Tras una larga y cruenta batalla, al final acabaron alzándose con la victoria.
Darius aprovechó los ánimos tras esta victoria para guiar a sus bravas y leales tropas en una devastadora campaña contra Demacia. Tras demostrar su poder en el campo de batalla, Darius volvió su mirada hacia su hogar. Lo que vio fue una Noxus llena de debilidades, en la que los nobles, codiciosos y complacientes, estaban chupando toda la fuerza de la nación. Darius quiso devolver a su país su antigua grandeza, así que se comprometió a restaurar el liderazgo noxiano. Identificó a los líderes débiles y los sacó violentamente de sus posiciones de poder. Muchos noxianos consideraron que la selección de Darius no era más que un intento para alzarse con el poder, pero él tenía planes muy distintos para el trono. Había estado observando el alzamiento de Jericho Swain con sumo interés. En Swain, Darius veía a un líder con la mente y la determinación para devolver a Noxus su gloria. Ahora, aliado con el Maestro Táctico, Darius trabaja para unir la nación bajo su visión de la auténtica fuerza de Noxus.
“Una Noxus unida podría controlar el mundo… y debería hacerlo”.
-- Darius
No hay mayor símbolo del poder de Noxus que Darius, el guerrero más temido y más curtido en batallas de toda la nación. Tras quedarse huérfano cuando era pequeño, Darius tuvo que luchar para sobrevivir. Lo hacía no sólo por él, sino también por su hermano pequeño. Cuando se unió al ejército, ya había desarrollado la fuerza y la disciplina de un soldado veterano. La primera prueba de verdad de la determinación de Darius llegaría en una batalla crucial contra Demacia, en la que las fuerzas noxianas estaban agotadas y superadas en número. El capitán de Darius ordenó a sus tropas que se retirasen, pero Darius se negó a aceptar semejante acto de cobardía. Saliéndose de la formación, Darius avanzó hacia el capitán y lo decapitó con un solo movimiento de su gigantesca hacha. Aterrados y motivados por igual, los soldados siguieron a Darius a la batalla y lucharon con increíble fuerza y fervor. Tras una larga y cruenta batalla, al final acabaron alzándose con la victoria.
Darius aprovechó los ánimos tras esta victoria para guiar a sus bravas y leales tropas en una devastadora campaña contra Demacia. Tras demostrar su poder en el campo de batalla, Darius volvió su mirada hacia su hogar. Lo que vio fue una Noxus llena de debilidades, en la que los nobles, codiciosos y complacientes, estaban chupando toda la fuerza de la nación. Darius quiso devolver a su país su antigua grandeza, así que se comprometió a restaurar el liderazgo noxiano. Identificó a los líderes débiles y los sacó violentamente de sus posiciones de poder. Muchos noxianos consideraron que la selección de Darius no era más que un intento para alzarse con el poder, pero él tenía planes muy distintos para el trono. Había estado observando el alzamiento de Jericho Swain con sumo interés. En Swain, Darius veía a un líder con la mente y la determinación para devolver a Noxus su gloria. Ahora, aliado con el Maestro Táctico, Darius trabaja para unir la nación bajo su visión de la auténtica fuerza de Noxus.
“Una Noxus unida podría controlar el mundo… y debería hacerlo”.
-- Darius
![Imagen](/uploads/2/4/7/5/24755817/1278486.jpg?197)
Draven, El Ejecutor Glorioso
A diferencia de su hermano Darius, la victoria en combate nunca era suficiente para Draven. Ansiaba el reconocimiento, la fama y la gloria. Primero buscó la grandeza en el ejército noxiano, pero allí no apreciaron en absoluto su pasión por el drama. Ansioso por encontrar un modo de demostrar al mundo quién era Draven, todos sus esfuerzos se volcaron en el sistema penitenciario. Allí, por fin consiguió labrarse la fama que tanto deseaba, al convertir las tediosas ejecuciones en un espectáculo de primera categoría.
En su primera ejecución, Draven dejó estupefactos a los espectadores cuando le ordenó al prisionero que corriera para salvar su vida. Justo antes de que el hombre estuviese lo bastante lejos como para desaparecer de su vista, Draven acabó con él con un impecable lanzamiento de su hacha. Las ejecuciones de Draven no tardarían en convertirse en un desafío en el que los prisioneros noxianos debían correr en un último intento por salvar su vida. Para él, los juicios eran su escenario personal, y convirtió las ejecuciones en una forma de entretenimiento muy popular. Los espectadores enloquecían con el espectáculo, mientras los desesperados prisioneros luchaban por huir de él. Pero nunca lo conseguían. Tras rechazar los negros y solemnes uniformes de los ejecutores noxianos, Draven decidió portar trajes brillantes y desarrolló sus propios y llamativos movimientos, todo con el único objetivo de hacerse notar. Las multitudes se apiñaban para ver a Draven en acción y pronto se corrió la voz sobre sus hazañas por todo el territorio. A medida que aumentaba su popularidad, también lo hacía su ya de por sí enorme ego. Era el centro de todas las miradas. No tardaría en llegar el día en el que la población de Noxus se antojaba insuficiente para su ambición. Se juró que las gloriosas hazañas de Draven llegarían hasta el último rincón del planeta.
'La excelencia está allá donde yo decida poner el listón cada día'.
- Draven
A diferencia de su hermano Darius, la victoria en combate nunca era suficiente para Draven. Ansiaba el reconocimiento, la fama y la gloria. Primero buscó la grandeza en el ejército noxiano, pero allí no apreciaron en absoluto su pasión por el drama. Ansioso por encontrar un modo de demostrar al mundo quién era Draven, todos sus esfuerzos se volcaron en el sistema penitenciario. Allí, por fin consiguió labrarse la fama que tanto deseaba, al convertir las tediosas ejecuciones en un espectáculo de primera categoría.
En su primera ejecución, Draven dejó estupefactos a los espectadores cuando le ordenó al prisionero que corriera para salvar su vida. Justo antes de que el hombre estuviese lo bastante lejos como para desaparecer de su vista, Draven acabó con él con un impecable lanzamiento de su hacha. Las ejecuciones de Draven no tardarían en convertirse en un desafío en el que los prisioneros noxianos debían correr en un último intento por salvar su vida. Para él, los juicios eran su escenario personal, y convirtió las ejecuciones en una forma de entretenimiento muy popular. Los espectadores enloquecían con el espectáculo, mientras los desesperados prisioneros luchaban por huir de él. Pero nunca lo conseguían. Tras rechazar los negros y solemnes uniformes de los ejecutores noxianos, Draven decidió portar trajes brillantes y desarrolló sus propios y llamativos movimientos, todo con el único objetivo de hacerse notar. Las multitudes se apiñaban para ver a Draven en acción y pronto se corrió la voz sobre sus hazañas por todo el territorio. A medida que aumentaba su popularidad, también lo hacía su ya de por sí enorme ego. Era el centro de todas las miradas. No tardaría en llegar el día en el que la población de Noxus se antojaba insuficiente para su ambición. Se juró que las gloriosas hazañas de Draven llegarían hasta el último rincón del planeta.
'La excelencia está allá donde yo decida poner el listón cada día'.
- Draven
![Imagen](/uploads/2/4/7/5/24755817/9951693.jpg?196)
Katarina, La Hoja Siniestra
Movida por un intenso instinto asesino, Katarina usa sus talentos como asesina en beneficio de la gloria de Noxus y de la continua elevación de su familia. Aunque su fervor la suele impulsar a realizar hazañas cada vez mayores, en ocasiones puede ser el motivo por el que se aleja del camino.
Ya desde la infancia, Katarina demostró tener un talento natural para el combate. Al ser la hija de un destacado general noxiano, se le abrieron muchas puertas… Pero ella las rechazó todas para seguir la senda de la espada. Katarina fue entrenada por los mejores asesinos de Noxus, siendo su padre el mejor de todos ellos, y no tardaría en recibir su primera misión. La tarea que le encomendaron era tremendamente sencilla: asesinar a un oficial demaciano de baja categoría. Cuando se estaba infiltrando en el campamento enemigo para cumplir con su deber, Katarina se encontró con una oportunidad demasiado jugosa como para desaprovecharla: la llegada de un general demaciano. Lo siguió hasta su tienda, se deshizo silenciosamente de sus guardias y le rebanó la garganta. Katarina desapareció en la noche, satisfecha con su impresionante asesinato. Su euforia desaparecería al día siguiente, cuando su objetivo original, el oficial demaciano, lideró a sus fuerzas en una emboscada a soldados noxianos desprevenidos. Aunque los noxianos lucharon con valentía, sufrieron muchas bajas. Furiosa por su error, Katarina fue a completar su misión original. Regresó al campamento y espió a su objetivo, el cual estaba ahora muy bien protegido. Ya no sería posible llevar a cabo una muerte sigilosa. Katarina desenvainó sus espadas y juró que el oficial moriría a cualquier precio. Saltó al combate, liberando un auténtico torbellino de acero. Uno a uno, los guardias caían entre los destellos de las espadas. Con cada golpe, Katarina estaba un paso más cerca del oficial. El lanzamiento final de una daga le restauraría su honor. Llena de sangre y moratones, Katarina consiguió escapar por un pelo de las fuerzas demacianas para regresar a Noxus totalmente cambiada. La cicatriz que le quedó de esa noche le sirve como recordatorio permanente de que no debe dejar nunca que la pasión interfiera con su deber.
“Nunca cuestiones mi lealtad. Nunca sabrás lo que debo soportar por ella”.
-- Katarina
Movida por un intenso instinto asesino, Katarina usa sus talentos como asesina en beneficio de la gloria de Noxus y de la continua elevación de su familia. Aunque su fervor la suele impulsar a realizar hazañas cada vez mayores, en ocasiones puede ser el motivo por el que se aleja del camino.
Ya desde la infancia, Katarina demostró tener un talento natural para el combate. Al ser la hija de un destacado general noxiano, se le abrieron muchas puertas… Pero ella las rechazó todas para seguir la senda de la espada. Katarina fue entrenada por los mejores asesinos de Noxus, siendo su padre el mejor de todos ellos, y no tardaría en recibir su primera misión. La tarea que le encomendaron era tremendamente sencilla: asesinar a un oficial demaciano de baja categoría. Cuando se estaba infiltrando en el campamento enemigo para cumplir con su deber, Katarina se encontró con una oportunidad demasiado jugosa como para desaprovecharla: la llegada de un general demaciano. Lo siguió hasta su tienda, se deshizo silenciosamente de sus guardias y le rebanó la garganta. Katarina desapareció en la noche, satisfecha con su impresionante asesinato. Su euforia desaparecería al día siguiente, cuando su objetivo original, el oficial demaciano, lideró a sus fuerzas en una emboscada a soldados noxianos desprevenidos. Aunque los noxianos lucharon con valentía, sufrieron muchas bajas. Furiosa por su error, Katarina fue a completar su misión original. Regresó al campamento y espió a su objetivo, el cual estaba ahora muy bien protegido. Ya no sería posible llevar a cabo una muerte sigilosa. Katarina desenvainó sus espadas y juró que el oficial moriría a cualquier precio. Saltó al combate, liberando un auténtico torbellino de acero. Uno a uno, los guardias caían entre los destellos de las espadas. Con cada golpe, Katarina estaba un paso más cerca del oficial. El lanzamiento final de una daga le restauraría su honor. Llena de sangre y moratones, Katarina consiguió escapar por un pelo de las fuerzas demacianas para regresar a Noxus totalmente cambiada. La cicatriz que le quedó de esa noche le sirve como recordatorio permanente de que no debe dejar nunca que la pasión interfiera con su deber.
“Nunca cuestiones mi lealtad. Nunca sabrás lo que debo soportar por ella”.
-- Katarina
![Imagen](/uploads/2/4/7/5/24755817/7815251.jpg?194)
Cassiopeia, El Abrazo de la Serpiente
A pesar de que su hermana Katarina siempre ha sido el miembro más conocido de la familia, los Du Couteau tienen un largo historial de servicio a Noxus. A menudo se ha dicho que ningún militar ha sido jamás tan afortunado como el general Du Couteau por tener las hijas que tiene. La menor, Cassiopeia —pese a carecer del instinto belicoso de su hermana— llamaba la atención en la corte por su carácter imponente y su elegancia. La joven, tan astuta como hermosa, nunca se dejaba ver lejos del brazo del dignatario extranjero de turno, extrayendo con sus artimañas las confesiones de incluso los agregados más cautos. Cuando la campaña noxiana de pacificación bárbara llegó a un punto muerto, Cassiopeia se fijó en un diplomático de una tribu de la región de Freljord. Tomándolo por un objetivo fácil, la taimada seductora se dispuso a engatusarlo. Sin embargo, el diplomático se negó a confiar en Cassiopeia hasta que ésta hizo un juramento de confidencialidad sobre la espada de él, una extraña arma conformada por una hoja de curvatura serpentina.
Concluido el encuentro, Cassiopeia le facilitó a su padre la información que había recabado acerca de la resistencia bárbara. Apenas hubo revelado estos datos, sintió unas fuertes arcadas. Gritó con agonía cuando su piel de seda empezó a volverse dura y escamosa, mientras su cabello lustroso adquiría el grosor del cuero y sus dedos, perfectamente cuidados, se convertían en garras. Aturdida, cayó sobre un grupo de sirvientes aterrorizados, descuartizándolos como si fueran de mantequilla. Cuando todo hubo terminado, la joven, cubierta de sangre, ya no era la muchacha encantadora de la corte noxiana, sino una criatura horrenda mitad mujer y mitad serpiente. Incapaz de seguir actuando como siempre, Cassiopeia decidió unirse a la Liga y seguir sirviendo a Noxus en los Campos de la Justicia.
“Aunque pareciera una inofensiva flor, era la serpiente que acechaba a su pie”.
-- Katarina, hoja siniestra
A pesar de que su hermana Katarina siempre ha sido el miembro más conocido de la familia, los Du Couteau tienen un largo historial de servicio a Noxus. A menudo se ha dicho que ningún militar ha sido jamás tan afortunado como el general Du Couteau por tener las hijas que tiene. La menor, Cassiopeia —pese a carecer del instinto belicoso de su hermana— llamaba la atención en la corte por su carácter imponente y su elegancia. La joven, tan astuta como hermosa, nunca se dejaba ver lejos del brazo del dignatario extranjero de turno, extrayendo con sus artimañas las confesiones de incluso los agregados más cautos. Cuando la campaña noxiana de pacificación bárbara llegó a un punto muerto, Cassiopeia se fijó en un diplomático de una tribu de la región de Freljord. Tomándolo por un objetivo fácil, la taimada seductora se dispuso a engatusarlo. Sin embargo, el diplomático se negó a confiar en Cassiopeia hasta que ésta hizo un juramento de confidencialidad sobre la espada de él, una extraña arma conformada por una hoja de curvatura serpentina.
Concluido el encuentro, Cassiopeia le facilitó a su padre la información que había recabado acerca de la resistencia bárbara. Apenas hubo revelado estos datos, sintió unas fuertes arcadas. Gritó con agonía cuando su piel de seda empezó a volverse dura y escamosa, mientras su cabello lustroso adquiría el grosor del cuero y sus dedos, perfectamente cuidados, se convertían en garras. Aturdida, cayó sobre un grupo de sirvientes aterrorizados, descuartizándolos como si fueran de mantequilla. Cuando todo hubo terminado, la joven, cubierta de sangre, ya no era la muchacha encantadora de la corte noxiana, sino una criatura horrenda mitad mujer y mitad serpiente. Incapaz de seguir actuando como siempre, Cassiopeia decidió unirse a la Liga y seguir sirviendo a Noxus en los Campos de la Justicia.
“Aunque pareciera una inofensiva flor, era la serpiente que acechaba a su pie”.
-- Katarina, hoja siniestra
![Imagen](/uploads/2/4/7/5/24755817/7970124.jpg?196)
Talon, La Sombra de la Espada
Los recuerdos más tempranos de Talon son los oscuros pasillos subterráneos de Noxus y el acero tranquilizador de una espada. No recuerda familia, afecto o amabilidad. Más bien, encuentra compañía en el tintineo del oro robado y en la seguridad de un muro a sus espaldas. Vivo gracias a su agudo ingenio y su destreza en el robo, Talon se las apañaba en el sórdido vientre de Noxus. Su maestría con la espada pronto hizo verlo como una amenaza, y los gremios noxianos le enviaron asesinos con una exigencia: unirse a ellos o morir. Como respuesta, dejó los cadáveres de sus perseguidores hundidos en el foso de Noxus.
Los intentos de asesinato fueron aumentando peligrosamente hasta que un asaltante se enfrentó a Talon, espada contra espada, en un combate de fuerza. Para su sorpresa, Talon quedó desarmado frente a la espada de su enemigo; entonces, el asesino mostró ser el general Du Couteau. El general ofreció a Talon la elección entre morir a sus manos o vivir como agente del Alto Mando Noxiano. Talon escogió la vida, a condición de servir únicamente a Du Couteau, ya que no respetaba más órdenes que las de aquellos a quienes no podía derrotar. Talon permaneció en la sombra, ejecutando a las órdenes de Du Couteau misiones secretas que lo llevaban de las gélidas tierras de Freljord a los santuarios interiores de la ciudad de Bandle. Cuando el general se esfumó, Talon pensó en recuperar su libertad, pero había desarrollado un inmenso respeto por Du Couteau tras años a su servicio. Se obsesionó con averiguar el paradero del general. Las sospechas de Talon lo llevaron a las puertas de la Academia de la Guerra, donde se unió a la Liga de Leyendas para buscar a los responsables de la desaparición de Du Couteau.
''Los tres espadachines más temibles de Valoran están vinculados a la casa de Du Couteau: mi padre, yo y Talon. Que nos rete quien se atreva.''
-- Katarina Du Couteau
Los recuerdos más tempranos de Talon son los oscuros pasillos subterráneos de Noxus y el acero tranquilizador de una espada. No recuerda familia, afecto o amabilidad. Más bien, encuentra compañía en el tintineo del oro robado y en la seguridad de un muro a sus espaldas. Vivo gracias a su agudo ingenio y su destreza en el robo, Talon se las apañaba en el sórdido vientre de Noxus. Su maestría con la espada pronto hizo verlo como una amenaza, y los gremios noxianos le enviaron asesinos con una exigencia: unirse a ellos o morir. Como respuesta, dejó los cadáveres de sus perseguidores hundidos en el foso de Noxus.
Los intentos de asesinato fueron aumentando peligrosamente hasta que un asaltante se enfrentó a Talon, espada contra espada, en un combate de fuerza. Para su sorpresa, Talon quedó desarmado frente a la espada de su enemigo; entonces, el asesino mostró ser el general Du Couteau. El general ofreció a Talon la elección entre morir a sus manos o vivir como agente del Alto Mando Noxiano. Talon escogió la vida, a condición de servir únicamente a Du Couteau, ya que no respetaba más órdenes que las de aquellos a quienes no podía derrotar. Talon permaneció en la sombra, ejecutando a las órdenes de Du Couteau misiones secretas que lo llevaban de las gélidas tierras de Freljord a los santuarios interiores de la ciudad de Bandle. Cuando el general se esfumó, Talon pensó en recuperar su libertad, pero había desarrollado un inmenso respeto por Du Couteau tras años a su servicio. Se obsesionó con averiguar el paradero del general. Las sospechas de Talon lo llevaron a las puertas de la Academia de la Guerra, donde se unió a la Liga de Leyendas para buscar a los responsables de la desaparición de Du Couteau.
''Los tres espadachines más temibles de Valoran están vinculados a la casa de Du Couteau: mi padre, yo y Talon. Que nos rete quien se atreva.''
-- Katarina Du Couteau
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Vladimir, El Segador Carmesí
Hay un templo escondido en las montañas que separan Noxus y las Llanuras de la Tempestad, donde se guardan los secretos de una brujería tan antigua como aterradora. El área que lo rodea está cubierta por los cadáveres desangrados de quienes han cometido el error de aproximarse demasiado a él. Esto sólo sirvió para picar la curiosidad de Vladimir cuando, de joven, recorrió estas montañas en su huida desde Noxus. Un día antes, Vladimir, a la sazón un adolescente, había asesinado a dos muchachos de su edad sin más razón que disfrutar de la embriagadora sensación de sentir cómo manaba la sangre rojiza de su interior. Al instante se dio cuenta de que nunca podría reprimir sus impulsos homicidas y, si se quedaba en Noxus, sus malos actos acabarían por costarle caros. Así que, sin vacilar un instante, abandonó la ciudad estado y se dirigió hacia el sur.
El rastro de cuerpos lo llevó hasta un templo de piedra en ruinas. En su interior se encontró con un anciano monje que lo observó con ojos de color carmesí. Vladimir sorprendió al monje devolviéndole su cruel mirada sin vacilar. Al reconocer los siniestros apetitos del joven, el monje decidió enseñar a Vladimir a manipular y controlar el fluido de la vida, a menudo utilizando a los viajeros como conejillos de indias. Al llegar la hora de la última lección, el monje le advirtió que un fracaso significaría la muerte. Vladimir no fracasó, pero el éxito le trajo una amarga sorpresa. Durante el ritual, la sangre del monje, hasta la última gota, abandonó su cuerpo y se fundió con la de Vladimir, que de este modo quedó imbuido con su esencia y la de todos los hemomantes que lo habían precedido. Abandonado y despojado de propósito de repente, Vladimir resolvió regresar a Noxus y solicitó el ingreso en la Liga para demostrar la supremacía de su arte. Al observar el espantoso destino que se abatía sobre los guardias del palacio, los miembros del Alto Mando Noxiano decidieron valerse de los funestos talentos de Vladimir.
“Lo que corre por tus venas también puede atravesarlas.”
-- Vladimir
Hay un templo escondido en las montañas que separan Noxus y las Llanuras de la Tempestad, donde se guardan los secretos de una brujería tan antigua como aterradora. El área que lo rodea está cubierta por los cadáveres desangrados de quienes han cometido el error de aproximarse demasiado a él. Esto sólo sirvió para picar la curiosidad de Vladimir cuando, de joven, recorrió estas montañas en su huida desde Noxus. Un día antes, Vladimir, a la sazón un adolescente, había asesinado a dos muchachos de su edad sin más razón que disfrutar de la embriagadora sensación de sentir cómo manaba la sangre rojiza de su interior. Al instante se dio cuenta de que nunca podría reprimir sus impulsos homicidas y, si se quedaba en Noxus, sus malos actos acabarían por costarle caros. Así que, sin vacilar un instante, abandonó la ciudad estado y se dirigió hacia el sur.
El rastro de cuerpos lo llevó hasta un templo de piedra en ruinas. En su interior se encontró con un anciano monje que lo observó con ojos de color carmesí. Vladimir sorprendió al monje devolviéndole su cruel mirada sin vacilar. Al reconocer los siniestros apetitos del joven, el monje decidió enseñar a Vladimir a manipular y controlar el fluido de la vida, a menudo utilizando a los viajeros como conejillos de indias. Al llegar la hora de la última lección, el monje le advirtió que un fracaso significaría la muerte. Vladimir no fracasó, pero el éxito le trajo una amarga sorpresa. Durante el ritual, la sangre del monje, hasta la última gota, abandonó su cuerpo y se fundió con la de Vladimir, que de este modo quedó imbuido con su esencia y la de todos los hemomantes que lo habían precedido. Abandonado y despojado de propósito de repente, Vladimir resolvió regresar a Noxus y solicitó el ingreso en la Liga para demostrar la supremacía de su arte. Al observar el espantoso destino que se abatía sobre los guardias del palacio, los miembros del Alto Mando Noxiano decidieron valerse de los funestos talentos de Vladimir.
“Lo que corre por tus venas también puede atravesarlas.”
-- Vladimir
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Morgana, El Ángel Caido
Muy lejos de aquí existe un mundo, habitado por bellas y elegantes criaturas aladas con el don de la inmortalidad, en el que continúa vivo un conflicto ancestral. Como sucede en tantos conflictos, éste ha dividido familias. En uno de los bandos se proclamaban seres de perfecto orden y justicia, que luchaban para unificar el mundo bajo su ley y su poderoso gobierno centralizado. Quienes luchaban contra ellos los consideraban tiranos, criaturas incapaces de ver más allá de sus propios ojos, que sacrificarían su individualismo y libertad por una ilusión de eficacia y seguridad. Morgana fue una de los muchos que lucharon contra lo que ella consideraba la tiranía de los de su especie, y por ese motivo la tildaron de ''caída''. Morgana no era inocente, ya que había encontrado maneras de obtener poderes prohibidos y convertirse así en una poderosa guerrera de las artes oscuras. Lo hizo impulsada por su obsesión de derrotar a la general del ejército rival: su hermana, Kayle.
Aunque ambas eran, de hecho, hermanas de nacimiento, Kayle asestó el primer golpe al rechazar cualquier lazo de unión cuando Morgana rechazó unirse a su causa. Con el tiempo, Morgana obtuvo el poder suficiente no sólo para alcanzar su nivel, sino para incluso desafiar a Kayle. Pero cuando se acercaba la hora de que ambas se enzarzasen en lo que podría ser su último combate, Morgana fue invocada a Valoran de repente. Al principio, Morgana hizo un trato con los invocadores de la Liga para pelear a cambio de más poder. Pero tras la llegada de Kayle a la Liga, ahora Morgana lucha en la Liga de Leyendas porque así lo desea, por disfrutar del privilegio de poder destruir a su hermana una y otra y otra vez. Espera tranquilamente la llegada del día en que ya no la una vínculo alguno con la Academia de la Guerra. Ese día planea acabar con Kayle de una vez por todas y regresar a casa como una heroína.
“No habrá descanso mientras la tiranía de Kayle siga existiendo”.
-- Morgana
Muy lejos de aquí existe un mundo, habitado por bellas y elegantes criaturas aladas con el don de la inmortalidad, en el que continúa vivo un conflicto ancestral. Como sucede en tantos conflictos, éste ha dividido familias. En uno de los bandos se proclamaban seres de perfecto orden y justicia, que luchaban para unificar el mundo bajo su ley y su poderoso gobierno centralizado. Quienes luchaban contra ellos los consideraban tiranos, criaturas incapaces de ver más allá de sus propios ojos, que sacrificarían su individualismo y libertad por una ilusión de eficacia y seguridad. Morgana fue una de los muchos que lucharon contra lo que ella consideraba la tiranía de los de su especie, y por ese motivo la tildaron de ''caída''. Morgana no era inocente, ya que había encontrado maneras de obtener poderes prohibidos y convertirse así en una poderosa guerrera de las artes oscuras. Lo hizo impulsada por su obsesión de derrotar a la general del ejército rival: su hermana, Kayle.
Aunque ambas eran, de hecho, hermanas de nacimiento, Kayle asestó el primer golpe al rechazar cualquier lazo de unión cuando Morgana rechazó unirse a su causa. Con el tiempo, Morgana obtuvo el poder suficiente no sólo para alcanzar su nivel, sino para incluso desafiar a Kayle. Pero cuando se acercaba la hora de que ambas se enzarzasen en lo que podría ser su último combate, Morgana fue invocada a Valoran de repente. Al principio, Morgana hizo un trato con los invocadores de la Liga para pelear a cambio de más poder. Pero tras la llegada de Kayle a la Liga, ahora Morgana lucha en la Liga de Leyendas porque así lo desea, por disfrutar del privilegio de poder destruir a su hermana una y otra y otra vez. Espera tranquilamente la llegada del día en que ya no la una vínculo alguno con la Academia de la Guerra. Ese día planea acabar con Kayle de una vez por todas y regresar a casa como una heroína.
“No habrá descanso mientras la tiranía de Kayle siga existiendo”.
-- Morgana
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Urgot, El Orgullo del Verdugo
Hay guerreros que se engrandecen por su fuerza, su astucia o su destreza con las armas. Otros simplemente rehúsan morir. Es posible que Urgot, otrora un gran soldado de Noxus, se enmarque dentro del último grupo. Con una cierta tendencia a sumergirse precipitadamente en la línea de batalla, sembraba el caos entre las filas enemigas donde a menudo sufría graves heridas. Cuando su cuerpo ya no pudo soportar más abusos, al lisiado Urgot le delegaron el cargo de Gran Verdugo de Noxus. Para entonces, sus manos estaban destrozadas y apenas podía caminar. Unos injertos a modo de guadañas, adheridos a sus miembros lisiados, le servían para llevar a cabo su sangriento trabajo.
Finalmente, Urgot encontró la muerte en el momento que debería haber sido su hora más grandiosa. Debido a sus antecedentes militares, solía acompañar a los destacamentos a territorio extranjero para celebrar juicios. Tras tender una emboscada a una fuerza enemiga, Jarvan IV, príncipe heredero de Demacia, cayó en las garras de la división de Urgot. Dado que se encontraba demasiado lejos de Noxus para arriesgarse a transportar su trofeo en busca de un rescate, Urgot se dispuso a matar a su cautivo. Sin embargo, en el momento final intervino la vanguardia intrépida liderada por Garen, el poder de Demacia, y Urgot fue rebanado en dos por el ferviente guerrero mientras se abría paso para liberar a su príncipe. Como reconocimiento a sus servicios, los restos del verdugo fueron remitidos a la Academia Sombría para su reanimación. Sin embargo, toda una vida de abusos habían dejado su cuerpo en un estado lamentable, lo cual añadió una gran dificultad al trabajo de los nigromantes. El profesor Stanwick Pididly, destacado experto de Zaun, ofreció una solución. En su laboratorio, se forjó un nuevo y espeluznante cuerpo para Urgot. Ahora, mitad hombre y mitad máquina, Urgot ha llegado a la Liga de Leyendas en busca del hombre que acabó con su vida, alimentado por la energía nigromántica que recorre sus venas de metal.
“Podemos reconstruirlo. Tenemos la tecmaturgia.”
-- Profesor Stanwick Pididly
Hay guerreros que se engrandecen por su fuerza, su astucia o su destreza con las armas. Otros simplemente rehúsan morir. Es posible que Urgot, otrora un gran soldado de Noxus, se enmarque dentro del último grupo. Con una cierta tendencia a sumergirse precipitadamente en la línea de batalla, sembraba el caos entre las filas enemigas donde a menudo sufría graves heridas. Cuando su cuerpo ya no pudo soportar más abusos, al lisiado Urgot le delegaron el cargo de Gran Verdugo de Noxus. Para entonces, sus manos estaban destrozadas y apenas podía caminar. Unos injertos a modo de guadañas, adheridos a sus miembros lisiados, le servían para llevar a cabo su sangriento trabajo.
Finalmente, Urgot encontró la muerte en el momento que debería haber sido su hora más grandiosa. Debido a sus antecedentes militares, solía acompañar a los destacamentos a territorio extranjero para celebrar juicios. Tras tender una emboscada a una fuerza enemiga, Jarvan IV, príncipe heredero de Demacia, cayó en las garras de la división de Urgot. Dado que se encontraba demasiado lejos de Noxus para arriesgarse a transportar su trofeo en busca de un rescate, Urgot se dispuso a matar a su cautivo. Sin embargo, en el momento final intervino la vanguardia intrépida liderada por Garen, el poder de Demacia, y Urgot fue rebanado en dos por el ferviente guerrero mientras se abría paso para liberar a su príncipe. Como reconocimiento a sus servicios, los restos del verdugo fueron remitidos a la Academia Sombría para su reanimación. Sin embargo, toda una vida de abusos habían dejado su cuerpo en un estado lamentable, lo cual añadió una gran dificultad al trabajo de los nigromantes. El profesor Stanwick Pididly, destacado experto de Zaun, ofreció una solución. En su laboratorio, se forjó un nuevo y espeluznante cuerpo para Urgot. Ahora, mitad hombre y mitad máquina, Urgot ha llegado a la Liga de Leyendas en busca del hombre que acabó con su vida, alimentado por la energía nigromántica que recorre sus venas de metal.
“Podemos reconstruirlo. Tenemos la tecmaturgia.”
-- Profesor Stanwick Pididly
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Sion, La Abominación No-muerta
Antes de la fundación de la Liga de Leyendas, las ciudades estado de Demacia y Noxus estaban atrapadas desde hacía siglos en un brutal estado de guerra intermitente. Ambas potencias ansiaban imponerse a su rival, pero Noxus estaba dispuesta a renunciar a sus principios morales para conseguir sus objetivos. Para Noxus sólo importaban la fuerza bruta y el deseo de recurrir a ella. El feroz guerrero Sion personificaba esta filosofía. Los noxianos lo empleaban como ariete humano y lo enviaban al frente de la tropas, donde aniquilaba enemigos sin piedad con su enorme hacha de dos hojas, ''Chopper''. Su total desprecio por cualquier precaución le terminó costando la vida, ya que fue capturado y ejecutado sumariamente por las fuerzas demacianas.
Estas pensaron que la decapitación terminaría con sus sangrientas andanzas, La muerte, sin embargo, no fue sino el trampolín con el que Sion alcanzó el poder. La célebre asesina noxiana, Katarina, recuperó los restos de Sion y los nigromantes lo reanimaron para que volviera a servir a su nación. La reanimación le confirió nuevos poderes y aumentó la letalidad de sus habilidades, lo que lo convirtió en un enemigo aún más temible en el campo de batalla. El Alto Mando Noxiano tenía una mortífera nueva arma en sus manos, la cual deseaba que se convirtiera en campeón de la Liga de Leyendas. A pesar de que los poderes aumentados de Sion podrían hacer de él un instrumento de muerte que el Alto Mando podría utilizar fuera de los Campos de la Justicia, Noxus no desea arriesgarse a perder por accidente a uno de los mejores campeones que tiene en la Liga. Así, los días de Sion como soldado de vanguardia en las conquistas militares de Noxus son cosa del pasado.
''Para Noxus, la muerte es un ascenso''.
-- Pantheon
Antes de la fundación de la Liga de Leyendas, las ciudades estado de Demacia y Noxus estaban atrapadas desde hacía siglos en un brutal estado de guerra intermitente. Ambas potencias ansiaban imponerse a su rival, pero Noxus estaba dispuesta a renunciar a sus principios morales para conseguir sus objetivos. Para Noxus sólo importaban la fuerza bruta y el deseo de recurrir a ella. El feroz guerrero Sion personificaba esta filosofía. Los noxianos lo empleaban como ariete humano y lo enviaban al frente de la tropas, donde aniquilaba enemigos sin piedad con su enorme hacha de dos hojas, ''Chopper''. Su total desprecio por cualquier precaución le terminó costando la vida, ya que fue capturado y ejecutado sumariamente por las fuerzas demacianas.
Estas pensaron que la decapitación terminaría con sus sangrientas andanzas, La muerte, sin embargo, no fue sino el trampolín con el que Sion alcanzó el poder. La célebre asesina noxiana, Katarina, recuperó los restos de Sion y los nigromantes lo reanimaron para que volviera a servir a su nación. La reanimación le confirió nuevos poderes y aumentó la letalidad de sus habilidades, lo que lo convirtió en un enemigo aún más temible en el campo de batalla. El Alto Mando Noxiano tenía una mortífera nueva arma en sus manos, la cual deseaba que se convirtiera en campeón de la Liga de Leyendas. A pesar de que los poderes aumentados de Sion podrían hacer de él un instrumento de muerte que el Alto Mando podría utilizar fuera de los Campos de la Justicia, Noxus no desea arriesgarse a perder por accidente a uno de los mejores campeones que tiene en la Liga. Así, los días de Sion como soldado de vanguardia en las conquistas militares de Noxus son cosa del pasado.
''Para Noxus, la muerte es un ascenso''.
-- Pantheon