FINAL FANTASY X
Tidus llega a Spira
Auron se dirige con Sinh a la ciudad-sueño de Zanarkand para llevar a Tidus hasta Spira. El deseo de Jecht (en este momento Sinh) es que su hijo acabe con él. Durante estos acontecimientos, Tidus conoce al orador de Bahamut.
Tras ser absorbido por Sinh, Tidus aparece en unas ruinas marinas situadas en la Isla de Baaj. Allí se enfrenta a un monstruo marino llamado Josguein, pero logra escapar hacia el interior de unas ruinas. Consigue hacer fuego, pero poco tiempo después es atacado por un monstruo llamado Krik. En ese momento llega un grupo de albhed, entre ellos Hermano y Rikku. Esta última le ayuda a derrotar a su enemigo.
Los albhed, que piensan que Tidus es un enemigo, lo noquean y lo llevan hasta su barco. Hermano intenta hablar con él mediante señas, pero Tidus no logra entenderle. Finalmente es Rikku, que conoce la lengua de Spira, la que se comunica con él. Los albhed permiten a Tidus quedarse en el barco si les ayuda en su misión, activar una máquina antigua que se encuentra en el fondo marino.
Rikku y Tidus se dirigen al fondo del mar. Allí derrotan a un monstruo llamado Thros y activan las máquinas. Gracias a estas acciones, los albhed se hacen con un barco volador al que llamarán Fahrenheit. Posteriormente, Rikku y Tidus regresan al barco, donde comen y descansan.
Tidus le cuenta a Rikku que es jugador de blitzbol y que proviene de Zanarkand, pero esta le dice que esa ciudad fue destruida hace mil años por Sinh, lo que le hace creer a Tidus erróneamente que tal vez haya viajado en el tiempo. Rikku recomienda a Tidus que vaya a Luca, el lugar donde se reúnen los jugadores de blitzbol, ya que allí podrían reconocerlo. Rikku se ofrece a llevarlo, pero en ese momento son atacados por Sinh. Tidus cae al agua, mientras que los albhed logran escapar por su cuenta.
Conociendo a Yuna
Tras el ataque de Sinh, Tidus es arrastrado hasta la playa de Besaid. Allí se encuentra con los miembros de los Besaid Aurochs, un equipo de blitzbol, a los que les muestra uno de sus disparos. Wakka se ofrece a llevarlo hasta Pueblo Besaid para que coma y descanse. Por el camino, Wakka le ofrece a Tidus unirse al equipo.
En Besaid, Tidus conoce a dos miembros de la Legión llamados Luzzu y Gatta. También averigua que una aprendiza de invocadora lleva un día en el Templo de Besaid y que podría estar en peligro. Para explicar el hecho de que no sabe nada sobre la cultura y las costumbres de Spira, Tidus usará como excusa que se ha visto afectado por la toxina de Sinh.
Wakka, que es uno de los guardianes de Yuna, decide entrar en el Templo de Besaid a pesar de que no puede interferir. Tidus también se cuela para salvar a la invocadora, a pesar de que sólo se les permite la entrada a los guardianes. Allí se reencuentra con Wakka y conoce a otros dos guardianes: Lulu y Kimahri, que están esperando a Yuna. Finalmente, la joven invocadora supera la prueba, consigue a Valefor y sale de la cámara del orador.
Yuna hace una demostración ante el pueblo invocando a Valefor, su primer eón. Esa misma noche se celebra el regreso de la invocadora. Tidus y Yuna hablan por primera vez. Tidus acompañará a la invocadora y a sus guardianes en su peregrinaje, al menos hasta Luca, esperando que alguien lo reconozca. El objetivo del peregrinaje es que Yuna consiga nuevos eones y vaya mejorando sus habilidades como invocadora. El destino final del viaje son las Ruinas de Zanarkand, donde teóricamente obtendrá la invocación suprema que le permitirá derrotar a Sinh.
Yuna comienza su peregrinaje
Al día siguiente, Tidus recibe de Wakka la espada Fraternidad, que originalmente pertenecía a su hermano Chappu. Posteriormente, el grupo se dirige al puerto. Antes de llegar, Kimahri se enfrenta a Tidus para ponerlo a prueba, aunque finalmente lo acepta.
El grupo toma el Ferry Liki para dirigirse a Puerto Kilika. En el barco conocen a un mercader llamado Oaka XXIII. Luzzu y Gatta, que se dirigen a la Operación Miihen, así como los Besaid Aurochs, que van a Luca a competir, también los acompañan. Durante el trayecto se encuentran con Sinh, que se dirige a Kilika. El grupo se enfrenta tanto a Sinh como aEkyu, uno de sus brotes, para intentar proteger la aldea. Sin embargo, Sinh consigue su objetivo y destruye Puerto Kilika.
En su llegada a Kilika, Yuna se ofrece a realizar el rito del envío para que los fallecidos se dirijan a su morada final en elEtéreo y no se conviertan en monstruos. Posteriormente, el grupo se dirige al Templo de Kilika, donde los Besaid Aurochs quieren rezar al Gran Ohalland y Yuna conseguir un nuevo eón. Mientras se dirigen hasta allí derrotan a Guno, un brote de Sinh.
En el Templo, el grupo se encuentra con los Luca Goers, cuyos miembros se burlan de los Besaid Aurochs. También se encuentran allí por primera vez con una invocadora llamada Dona y con su guardián Barthello.
Yuna y sus guardianes entran en el Templo para superar la prueba. A pesar de que Tidus debe quedarse fuera por no ser un guardián, Dona hace que entre en contra de su voluntad. Una vez dentro, Tidus supera la prueba y se encuentra con los demás guardianes, algo contrariados por su presencia. Yuna sale poco después de la cámara del orador. Ahora también es capaz de invocar a Ifrit.
Estancia en Luca
El grupo toma el Ferry Winno para dirigirse hasta Luca. En el barco también viajan los Kilika Beasts, los Besaid Aurochs, los Luca Goers, Luzzu, Gatta, Dona, Barthello y Oaka XIII. Los Luca Goers se burlan de Tidus al enterarse, por un comentario de Yuna, que dice ser la estrella de los Zanarkand Abes, ya que se supone que en Zanarkand solo hay ruinas.
Yuna y los demás llegan a Luca, donde se va a celebrar el campeonato inaugural de la temporada de blitzbol. Allí se encuentran con el Venerable Supremo Mica y el Venerable Seymour Guado. Se celebra el sorteo del torneo. Los Besaid Aurochs se libran de la primera ronda y en la segunda deben enfrentarse a los Albhed Psyches. Si los derrotan jugarán la final.
Yuna le dice a Tidus que han visto a Auron en el café de Luca. Ambos deciden ir en su busca, pero no logran dar con él. En su lugar se encuentran con Biran y Yenke, dos ronso que se burlan de Kimahri. Los albhed aprovechan este momento para raptar a Yuna. Pretenden utilizarla para que los Besaid Aurochs se dejen perder en su partido contra los Albhed Psyches, que comienza en ese momento.
Lulu llega poco después y se une a Tidus y Kimahri para buscar a Yuna. Finalmente la encuentran en un barco tras derrotar a una áquina llamada Artillero albhed. Mientras tanto, Wakka logra marcar el gol de la victoria contra los Albhed Psyches, ganando el partido por tres a dos. Sin embargo, Wakka termina el partido lesionado debido a la dureza de sus rivales.
Se celebra la final del torneo entre los Besaid Aurochs y los Luca Goers. Tidus entra inicialmente en el lugar del lesionado Wakka, aunque en el segundo tiempo decide irse al banquillo al considerar que Wakka se merece jugar la final.Tras un duro partido, los Besaid Aurochs logran la victoria contra todo pronóstico.
Tras el partido, el estadio empieza a ser atacado por monstruos. Seymour invoca a Ánima para acabar con ellos, ya que era un plan suyo para aumentar su popularidad ante el pueblo. Durante la batalla, Tidus se reencuentra con Auron, que se convierte en guardián de Yuna como en el pasado lo fue de su padre. Auron le dice a Tidus que Sinh es su padre Jecht, Wakka se retira del blitzbol para dedicarse exclusivamente a ser guardián, y Tidus también se convierte oficialmente en guardián de Yuna. Posteriormente, Yuna y sus guardianes continúan su peregrinaje a través del Camino de Miihen.
La Operación Miihen
Mientras recorren el Camino de Miihen, Yuna y sus guardianes se encuentran con una discípula de Yevon llamada Shelinda, un historiador llamado Maechen, tres miembros del Batallón Chocobo llamados Lucil, Elma y Clasko, con los legionarios Luzzu y Gatta, una chica que desea la Calma llamada Cali, y una invocadora llamada Belgemine que lucha amistosamente con Yuna en una batalla de eones.
En el Camino de Miihen, el grupo descansa por primera vez en una Casa del Viajero y lucha contra un comechocobos. También conocen a Rin, el propietario de las Casas del Viajero, que anima a Tidus a que aprenda el idioma albhed. Yuna graba en una esfera una despedida para sus guardianes, consciente de que si logra vencer a Sinh morirá.
Kinoc decide llevar a cabo el último proceso de selección de la Escuadra Escarlata en una cueva de la Senda de las Rocas Hongo llamada la Gruta de la Pena. La misión de todos los candidatos es entrar en la cueva e informar de lo que encuentren. Puesto que no hay armas suficientes para todos, el conseguir una también forma parte de la prueba.
Los candidatos entran en la Gruta de la Pena. Una vez allí, empiezan a ser poseídos por los lucilos (concretamente por Shuyin), que les hace sentir su odio y desesperación. Llevados por la locura, los candidatos comienzan a matarse entre ellos. Baralai, Gippal y Nooj también se ven afectados temporalmente y tienen una visión de una enorme áquina de guerra (Vegnagun). Paine logra evitar que se disparen entre ellos, tras lo cual escapan de la cueva siendo los únicos supervivientes. Sin embargo, Nooj tendrá en su interior el espíritu de Shuyin a partir de este momento.
A su salida de la gruta, Baralai, Gippal y Nooj son informados de que han superado la prueba y ya forman parte de la Escuadra Escarlata. Sin embargo, inmediatamente después intentan asesinarlos para ocultar el incidente. Paine logra avisarles a tiempo, por lo que los tres logran escapar. Posteriormente, Paine decide ir en su busca mientras todos ellos son perseguidos por el Clero. Dos yevonitas llamados Ormi y Logos reciben la orden de buscar a los supervivientes, pero no tienen éxito en su cometido.
Yuna y sus guardianes llegan al final del Camino de Miihen, que ha sido bloqueado por la Legión ante la inminente Operación Miihen. Dona y Barthello se encuentran allí, incapaces de seguir. Yuna y sus guardianes logran pasar gracias al Venerable Seymour.
El grupo de Yuna llega a la Senda de las Rocas Hongo, donde se prepara la Operación Miihen. El grupo descubre que la operación consiste en una cooperación entre la Legión y los albhed destinada a derrotar a Sinh. Para sorpresa del grupo, parece que el Clero apoya la operación pese a que los legionarios tienen pensado utilizar máquinas prohibidas por el Dogma. Mientras se dirigen al cuartel, el grupo vuelve a encontrarse con Lucil, Luzzu, Gatta y Oaka XXIII. Una vez allí conocen al Venerable Kinoc, un viejo amigo de Auron.
Comienza la Operación Miihen. Los legionarios comienzan a hacer daño a multitud de brotes de Sinh para atraer al propio Sinh. Sin embargo, los brotes escapan y se fusionan en uno de mayor tamaño llamado Guiu, por lo que Yuna y los demás se ven obligados a enfrentarlo. Finalmente llega Sinh y la Legión se enfrenta a él para que los albhed puedan preparar su cañón. Aunque logran dispararlo, Sinh logra invertir la dirección del disparo y destruye la propia máquina albhed. Durante la batalla, la mayoría de los Legionarios mueren, incluido Luzzu. Sinh se retira de allí sin daños. Los supervivientes de la Legión se retiran al Templo de Djose para reagruparse.
Paine encuentra a Baralai, Nooj y Gippal en el Camino de Miihen. Tras hablar sobre su situación, deciden separarse con la promesa de reunirse cuando sepan qué es lo que vieron y qué ocurrió en la gruta. Sin embargo, cuando cada uno toma su camino, Nooj es controlado por Shuyin y dispara a Paine, Baralai y Gippal, que quedan gravemente heridos.
Varios albhed encuentran tendidos en el suelo a Paine, Baralai y Gippal, a los que ayudan a recuperarse. Posteriormente, deciden separarlos para evitar que puedan ser encontrados por los templos, que los buscan activamente. Cada uno comienza una nueva vida por separado. Baralai decide ir a Guadosalam, mientras que Gippal regresa al Desierto de Sanubia.
Djose y el Río de la Luna
El grupo continúa con su peregrinaje atravesando el Camino de Djose. Por el camino se encuentran de nuevo con Lucil, Clasko y Elma, a los que sólo le queda un chocobo. Deciden ir al norte en busca de ás chocobos para restaurar el Batallón Chocobo.
Yuna y sus guardianes llegan al Templo de Djose. Allí ven a un traumatizado Gatta, que encontró a Luzzu partido por la mitad tras la Operación Miihen y que ha decidido volver a Besaid. Al entrar en el Templo, el grupo se encuentra con un invocador llamado Isaaru y sus guardianes Maroda y Pacce. Antes de despedirse, Isaaru les avisa de que los invocadores están empezando a desaparecer, aunque nadie conoce la causa.
El grupo supera la prueba del Templo de Djose y Yuna entra en la cámara del orador. Mientras los guardianes esperan, llegan Dona y Barthello, que también han superado la prueba. Cuando Yuna sale tras conseguir a Ixion, Dona toma su lugar. Esa noche, Yuna se dedica a cuidar a los legionarios heridos y a enviar a aquellos que mueren.
Al día siguiente, el grupo sigue con su peregrinaje y se dirige al Río de la Luna. Durante el viaje se encuentran de nuevo con Belgemine, que vuelve a enfrentarse amistosamente a Yuna en una batalla de eones. También se encuentran con Shelinda, que se dirige a Guadosalam, y Biran y Yenke, que avisan al grupo de que los invocadores han comenzado a desaparecer. Por su parte, Oaka XXIII está allí intentando vender su mercancía, mientras que Lucil, Elma y Clasko se ven incapaces de cruzar el río porque no dejan subir a su chocobo al shupaf. También se encuentran con Maechen, que les da información sobre los shupaf y los hypello.
Mientras cruzan el Río de la Luna en shupaf, los albhed intentan raptar a Yuna una vez más. Usando una máquina llamada Jaula albhed, Rikku logra llevarse a la joven invocadora, pero Wakka y Tidus la rescatan tras lanzarse al río. Posteriormente, el grupo se encuentra con Rikku, que llegó a la orilla después de que la máquina que pilotaba fuera derrotada por Wakka y Tidus. Por petición de su prima Yuna, Rikku también se convierte en su guardiana.
Propuesta de matrimonio
Baralai llega a Guadosalam, donde le pide a Seymour que lo acepte bajo su tutela tras contarle todo lo ocurrido con Kinoc y la Escuadra Escarlata. Seymour acepta, pero le dice que olvide su paso por la Escuadra Escarlata.
Yuna y sus guardianes llegan a Guadosalam, donde Tromell Guado les da la bienvenida. Allí se encuentran también con Oaka XXIII, Maechen y Shelinda, que está allí porque desea una audiencia con Seymour. El grupo se dirige a la mansión de Seymour, donde el Venerable pide a Yuna que se case con él. Le dice que esto aliviaría el sufrimiento de Spira, pero su verdadero plan es convertirse en guardián de Yuna para ser el orador del eón supremo y posteriormente convertirse en el propio Sinh.
Yuna decide ir al Etéreo para ver sus padres y reflexionar. Sin embargo, cuando el grupo se dispone a marcharse, aparece Jyscal Guado, padre de Seymour, que murió algún tiempo atrás. Yuna lo envía y se queda con la esfera que aparece en su lugar. Posteriormente, el grupo descubre, gracias a Shelinda, que Seymour se ha marchado en dirección a Macalania.
El grupo continúa su peregrinaje atravesando la Llanura de los Rayos. Gracias a Shelinda, Yuna y los demás averiguan que la noticia de la boda entre Seymour y Yuna ha empezado a extenderse a pesar de que ella aún no ha hecho pública su decisión. También se encuentran allí con Maechen.
En la Casa del Viajero, Yuna ve la esfera que dejó Jyscal tras ser enviado, descubriendo que fue asesinado por Seymour, su propio hijo. A raíz de esto, Yuna decide casarse con Seymour para detenerlo. Tras abandonar la Casa del Viajero, Yuna cuenta a los demás su decisión, pero no les dice nada de la esfera de Jyscal, ya que no quiere involucrarlos.
Isaaru, Maroda y Pacce llegan a Besaid como parte de su peregrinaje. Los albhed raptan a Pacce y obligan a sus hermanos a seguir sus órdenes. Posteriormente son llevados al Hogar por los albhed para evitar que continúen su peregrinaje. [Nota: Es imposible determinar exactamente cuándo Isaaru y sus hermanos fueron raptados por los albhed. Esto es una aproximación.]
La muerte de Seymour
El grupo llega al Bosque de Macalania. Allí se encuentran con Elma y Lucil, que le dicen a Yuna que Seymour le espera en el Templo de Macalania. Posteriormente ven a Barthello, que está buscando a Dona (secuestrada por los albhed) de manera desesperada. Por último, también se encuentran con Oaka XXIII una vez ás. Auron conduce al grupo a una determinada zona del bosque. Tras derrotar a Esfera Amorfa, Auron les muestra una esfera que Jecht dejó allí diez años atrás para su hijo Tidus. La esfera fue grabada en Macalania durante el peregrinaje de Braska. En ella, Jecht le desea suerte y le dice que no llore y que siga adelante.
La derrota de la Esfera Amorfa rompe la barrera que ocultaba otras esferas que Jecht, Auron y Braska grabaron diez años atrás durante su peregrinaje. El grupo puede encontrarlas en diversos lugares de Spira.
Yuna y sus guardianes llegan a la Casa del Viajero del Lago Macalania. Allí se encuentran con Maechen y con Clasko, al que Tidus recomienda que deje la Legión y se convierta en criador de chocobos. Posteriormente llega Tromell, que se lleva a Yuna al Templo. Sin embargo, en ese momento son atacados por los albhed, liderados por Hermano, que una vez ás intentan secuestrar a Yuna. El grupo logra destruir el Cañón albhed, haciendo que se vean obligados a retirarse.
Yuna es llevada al Templo de Macalania por Tromell. Una vez allí le cuenta a Seymour su decisión, aunque posteriormente se dirige a la cámara del orador para conseguir un nuevo eón. Los guardianes llegan poco después y se encuentran con Shelinda. Posteriormente ven la esfera de Jyscal que Yuna había dejado allí. En cuanto descubren que fue Seymour el que mató a su propio padre, Tidus y los demás van en busca de Yuna.
Tidus, Rikku, Wakka, Lulu, Auron y Kimahri se encuentran con Seymour. Poco después aparece Yuna, que ha conseguido a Shiva, su nuevo éon. El grupo al completo se enfrenta a Seymour, que un momento dado invoca a Ánima. Yuna se enfrenta a él invocando por primera vez a Shiva. Seymour es derrotado, muriendo posteriormente como consecuencia del combate. Sin embargo, Yuna no logra enviarlo, ya que Tromell y otros guado llegan en ese momento y se llevan el cadáver. Posteriormente, Tromell llama traidores a los miembros del grupo y rompe la esfera de Jyscal, destruyendo la única prueba que demostraba que el verdadero asesino y traidor era Seymour.
Yuna y sus guardianes se ven obligados a huir del templo mientras son perseguidos por los guado. En un momento dado se enfrentan a dos guado y un wendigo. Aunque logran derrotarlos, el monstruo rompe el hielo donde se encontraban, haciendo que el grupo caiga al fondo del Lago de Macalania.
Mientras se encuentran en el fondo del lago, Yuna cuenta a sus guardianes que quería casarse con Seymour para hacer que se entregara. También hace saber al grupo que quiere ir a Bevelle para contarle lo sucedido al Venerable Supremo Mica. Cuando el orador de Macalania deja de cantar, Sinh, que se encontraba allí en calma debido al Salmo de Yevon, ataca al grupo. De alguna manera, todos logran sobrevivir y son arrastrados hasta el Desierto de Sanubia en la Isla Bikanel.
Seymour, que logra trascender la muerte al no haber sido enviado, ordena a los guado que vayan en busca de Yuna, ya que quiere seguir adelante con su plan de casarse con ella y convertirse en su guardián.
Buscando a Yuna
Yuna y sus guardianes despiertan en el Desierto de Sanubia. Los albhed raptan a Yuna y la llevan al Hogar. Sus guardianes comienzan a buscar tanto a Yuna como a sus compañeros, ya que todos están separados unos de otros.
Gippal se encuentra con Auron, al que avisa de que los guado han ordenado capturar a Yuna y matar a sus guardianes. Para sorpresa de Gippal, Auron desea luchar en lugar de esconderse. El joven albhed decide seguir su ejemplo. En ese momento recibe noticias de que el Hogar está siendo atacado por los guado, por lo que se dirige allí corriendo.
El Hogar empieza a ser atacado por los guado y un ejército de monstruos. Aunque en un principio parecen estar allí para rescatar a los invocadores en nombre de Yevon, en realidad solo se llevan a Yuna, dejando a los demás allí.
Tidus, que se despierta solo en un oasis, logra encontrar en el desierto a Lulu, Auron, Kimahri, Rikku y Wakka. Sin embargo, todos ellos desconocen dónde se encuentra Yuna. Rikku decide llevar a los demás al Hogar, llegando allí durante el ataque de los guado. Tras conocer a Cid, el líder de los albhed, se dirigen en busca de los invocadores, pero no encuentran a Yuna, solo a Dona, Isaaru, Maroda y Pacce. Durante estos acontecimientos, Tidus descubre que Yuna morirá si invoca al eón supremo para derrotar a Sinh.
Yuna es llevada a Bevelle, donde se empieza a preparar su boda con Seymour. Aparentemente, Yuna accede a casarse, pero su objetivo es aprovechar ese momento para enviar a Seymour.
Cid decide destruir el Hogar para acabar con todos los monstruos. Para escapar usan el Fahrenheit, el barco volador que los albhed encontraron en el mar con la ayuda de Tidus. Hermano es el encargado de ser el piloto en el primer vuelo en mil años, mientras que Cid es el capitán. Los guardianes de Yuna, Isaaru, Maroda, Pacce, Dona, Rin y los albhed supervivientes también suben a bordo del barco. Finalmente, el Hogar es destruido, pero el grupo logra escapar.
Gracias al oscilodetector del barco, Hermano descubre que Yuna se encuentra en Bevelle. Rápidamente se dirigen hacia allí, donde descubren que la joven invocadora se va a casar con Seymour. Antes de llegar, el grupo se ve obligado a enfrentarse a Efrey, la bestia sagrada que protege Bevelle. Los guardianes de Yuna luchan contra él en la cubierta y lo derrotan con la ayuda de Cid.
Los guardianes de Yuna descienden desde el barco volador a Bevelle. Allí derrotan a varios monjes guerreros, pero finalmente son detenidos por Kinoc y sus hombres. Mica amenaza a Yuna con matar a sus amigos si no se casa con Seymour, por lo que se ve obligada a besarle. Sin embargo, Seymour no cumple su promesa y ordena que maten a sus guardianes. Yuna logra escapar de allí con la ayuda de Valefor y se dirige al Templo de Bevelle para hacerse con un nuevo éon. El resto del grupo logra escapar gracias a Rikku, que usa una bomba luminosa.
Traidores de Yevon
Tidus y los demás deciden dirigirse al Templo de Bevelle sabiendo que Yuna seguramente se encuentra allí. Tras superar la prueba del templo, el grupo llega hasta la cámara del orador, donde Yuna consigue a Bahamut, su nuevo éon. Sin embargo, Kinoc llega poco después y logra capturarlos a todos.
El grupo es llevado ante el Tribunal Supremo de Yevon. Allí averiguan que Mica ya sabía que Seymour estaba muerto y que había asesinado a su padre. El único que se ve sorprendido por esto es el Venerable Kelk Ronso. También descubren que el propio Mica está muerto, y que decidió seguir en su puesto tras perder la vida porque consideraba que Spira lo necesitaba. Finalmente, el grupo es condenado a morir en el Pasaje de la Purgación. Seymour se muestra disconforme, ya que desea a Yuna para cumplir sus planes, pero oculta esto al resto de los Venerables.
Yuna logra reunirse con Lulu, Auron y Kimahri en el Pasaje de la Purgación. Sin embargo, cuando se disponen a escapar, se ven obligados a enfrentarse a Isaaru, ya que Kinoc le ha ordenado acabar con los traidores. Yuna logra derrotarlo en una batalla de eones, tras lo cual se dirige a la salida. Al mismo tiempo, Rikku, Wakka y Tidus logran escapar por su cuenta tras derrotar a Efrey Oltana. Finalmente todos se reencuentran, por lo que el grupo vuelve a estar completo.
Tras escapar del Pasaje de la Purgación, el grupo se encuentra con Seymour, que ha matado a Kinoc. Posteriormente, Seymour absorbe los lucilos de Kinoc y se transforma en un monstruoso ser llamado Neo Seymour. Kimahri decide entretenerlo mientras lo demás escapan, pero sus compañeros regresan poco después para ayudarle. Tras una dura batalla, Seymour es derrotado, lo que permite al grupo escapar de Bevelle.
Yuna y los demás deciden pasar la noche en el Bosque de Macalania para seguir con el peregrinaje al día siguiente. Es en esta noche cuando Tidus y Yuna se besan por primera vez. Al día siguiente se dirigen a la Llanura de la Calma para continuar con su viaje.
En la Llanura de la Calma, el grupo se encuentra de nuevo con Maechen y con Belgemine, que nuevamente lucha con Yuna en una batalla amistosa de eones. Posteriormente, en la Casa del Viajero de Rin, Yuna y sus guardianes reciben la visita del Padre Zuke, que avisa a Yuna de que son considerados unos traidores y de que Mica ha dicho que fueron ellos quienes mataron a Kinoc. Debido a esto, les recomienda que no regresen a los templos, tras lo cual se marcha.
Cuando el grupo se dispone a abandonar la Llanura de la Calma para dirigirse al Monte Gagazet, salen a su encuentro dos guado, que dicen que Seymour quiere hablar con ellos. El grupo se niega a seguir sus indicaciones, por lo que los guado llaman a Golem guerrero para que se enfrente a Yuna y sus guardianes. Tras derrotar a su enemigo, el grupo continúa con su viaje.
Siguiendo un camino que baja a un barranco, el grupo llega la Cueva del Orador Robado, donde murió Ginnem, la primera invocadora de Lulu. Yuna y los demás deciden entrar en la cueva para conseguir un nuevo eón. Allí se encuentran con Ginnem, que sigue allí al no haber sido enviada tras su muerte. Ginnem invoca a Yojimbo, que es derrotado por el grupo. Después de esto, Yuna habla con el orador de la cueva y consigue a Yojimbo como nuevo eón.
El Monte Gagazet
Yuna y sus guardianes se dirigen al Monte Gagazet. Allí se encuentran con Biran, Yenke y el Venerable Kelk Ronso, que inicialmente no los deja pasar al considerarlos infieles. Yuna logra convercerle de lo contrario gracias a su determinación y a sus argumentos. Después de esto, Kimahri se ve obligado a enfrentarse a Biran y Yenke. Tras derrotarlos, sus dos oponentes reconocen su victoria y su fuerza, dejándole pasar.
Seymour intenta ir detrás de Yuna, pero los ronso deciden detenerle y se enfrentan a él. Como consecuencia de esto, la mayoría de los ronso son exterminados por Seymour, incluidos Biran, Yenke y Kelk.
Mientras ascienden por el Monte Gagazet, el grupo se encuentra con Wantz, que está allí sustituyendo a su hermano Oaka, encarcelado por haber ayudado a Yuna. Posteriormente, el grupo se encuentra de nuevo con Seymour, que esta vez toma la forma de Seymour Beta. Tras derrotar a su enemigo, Tidus cuenta a los demás que Sinh es su padre Jecht, aunque desconoce el porqué.
El grupo encuentra un extraño lugar en el que hay cientos de oradores que están siendo usados para invocar algo. Tidus se desmaya y habla con el orador de Bahamut en su sueño. En ese momento averigua que su Zanarkand y todos sus habitantes son un sueño de los oradores. Los oradores creen que Tidus podría ser la persona que les permita dejar de soñar derrotando a Sinh. Sin embargo, cuando eso ocurriera, el propio Tidus desaparecía al ser un sueño de los oradores.
Tidus despierta y el grupo continúa su viaje. Tras superar las dos pruebas del Monte Gagazet, Yuna y los demás llegan finalmente a la salida de la montaña. Allí se enfrentan a Custodio Sacro, un monstruo enviado por Yunalesca para probar la fuerza de Yuna y sus guardianes. Tras derrotar a su enemigo, el grupo llega al fin a las Ruinas de Zanarkand.
(Nota: Aquí empieza realmente Final Fantasy X, ya que todos los hechos anteriores los cuenta Tidus en pasado después de llegar a las Ruinas de Zanarkand)
El fin del peregrinaje
En Zanarkand, un extraño anciano se aparece ante el grupo y les dice que Yunalesca les espera. Mientras avanzan, Yuna y los demás ven imágenes proyectadas por los lucilos que muestran antiguos invocadores y guardianes que pasaron por allí muchos años atrás, incluyendo a Yocun y su guardiana, a Seymour y su madre, y a Jecht, Braska y Auron. Tras superar la prueba de Zanarkand, el grupo se enfrenta a Custodio Infernal y lo derrotan.
Yuna y los demás descubren que la estatua que allí se encuentra no contiene orador. Yunalesca les explica entonces la verdad sobre la invocación suprema. Es uno de los guardianes quien debe convertirse en el orador del eón supremo. Sin embargo, el invocador muere al utilizar la invocación suprema, mientras que el propio eón (originalmente el guardián) se convertirá en Sinh al final de la Calma. Según Yunalesca, aunque la Calma sólo dura unos años, es necesaria porque da esperanza a Spira y evita que se hunda en la desesperación.
Incapaz de aceptar esto, el grupo decide enfrentarse a Yunalesca para acabar con esta mentira. Tras una dura batalla, Yunalesca es derrotada. Sin embargo, antes de desaparecer, le dice al grupo que es inútil intentar acabar con Sinh, ya que Yu Yevon volvería a crearlo una y otra vez. Mientras salen del lugar, Auron revela a Tidus que está muerto y que fue asesinado por Yunalesca. De regreso al exterior, descubren que Sinh se encuentra allí, pero se marcha poco después. En ese mismo momento también aparece Cid con el barco volador.
Mientras se encuentran en el barco volador, Yuna y sus guardianes llegan a la conclusión de que deben regresar a Bevelle para hablar con Mica, pensando que tal vez él conozca alguna manera alternativa de derrotar a Sinh sin usar al eón supremo. Por otra parte, Wakka, Rikku y Lulu piensan que la clave para derrotar a Sinh podría ser el Salmo de Yevon, ya que podría servir para tranquilizarlo durante la batalla.
El grupo se dirige a Bevelle para hablar con Mica. Allí se encuentran con Shelinda, que ha sido nombrada capitana. Tras contarle a Mica lo que ha pasado con Yunalesca, el Venerable les recrimina que se enfrentaran a Yunalesca. Al considerar que Spira está condenada, Mica decide desaparecer para no verla morir.
Tidus y Yuna van al Templo para hablar con el orador de Bahamut, que les cuenta que el verdadero responsable de todo es Yu Yevon, que se encuentra en el interior de Sinh. Por su parte, Rikku pide a Shelinda que difunda por toda Spira un mensaje según el cual, para derrotar a Sinh, todos deben cantar el Salmo de Yevon cuando escuchen esta úsica proveniente de un barco volador.
El fin de Sinh
El grupo decide enfrentarse a Sinh desde el barco volador. Cid conecta el Salmo de Yevon. Cuando los habitantes de Spira lo escuchan, empiezan a cantarlo también con la esperanza de que esto ayude a derrotar a Sinh. Yuna y sus guardianes salen a la cubierta del barco y comienza la batalla. Tras dañar los brazos de Sinh, Cid ordena disparar el cañón del barco, haciendo que ambos brazos se desprendan del cuerpo de Sinh. Sin embargo, el cañón deja de funcionar, lo que obliga al grupo a lanzarse sobre el propio cuerpo de Sinh para seguir con la lucha. Allí derrotan al broteGunai y al propio núcleo de Sinh, tras lo cual regresan al barco.
Como consecuencia del ataque, Sinh cae sobre Bevelle. Sin embargo, se levanta de nuevo poco después, desarrolla unas alas y se sitúa sobre el punto más alto de la ciudad. El grupo vuelve enfrentarse otra vez a Sinh. Tras provocar graves daños en su cabeza, la gigantesca criatura abre la boca, momento que es aprovechado por el grupo para entrar en su interior.
Tras un largo recorrido por el interior de Sinh, el grupo se vuelve a encontrar con Seymour, que fue absorbido por Sinh y cuyo objetivo es aprender a controlar a la bestia desde su interior con el paso del tiempo. Tras transformarse en Seymour Omega se enfrenta por última vez al grupo, pero es de nuevo derrotado. Finalmente Yuna lo envía, haciendo que desaparezca para siempre.
El grupo llega a una zona llamada el Fin del Sueño. Allí se encuentran con Jecht, la verdadera identidad de Sinh. Jecht se transforma en el Eón de Braska y se enfrenta al grupo, pero es derrotado después de una larga batalla. Antes de desaparecer, se despide de Tidus y le dice a Yuna que invoque a sus eones, lo que es repetido posteriormente por el orador de Bahamut.
Yuna comienza a invocar a sus eones para acabar con ellos, consciente de que sin eones Yu Yevon no podrá volver a crear a Sinh. Uno a uno, todos los eones de Yuna son controlados por Yu Yevon, pero el grupo los derrota. Finalmente, sin eón que lo albergue, Yu Yevon se enfrenta a ellos en persona. Con la ayuda de los oradores, el grupo logra derrotar a Yu Yevon, acabando con cualquier posibilidad de que Sinh vuelva a resucitar.
Como consecuencia de la derrota de Yu Yevon, los oradores comienzan a desaparecer. Yuna comienza a enviar a Sinh y a todo lo que la rodea. En ese momento averigua que Auron está muerto, pero este le dice que continúe porque ya ha llegado su hora. Finalmente Sinh explota y el grupo regresa al barco volador. Puesto que los oradores han dejado de soñar, Tidus desaparece poco después tras despedirse de Yuna. Comienza la Calma Eterna.
Algún tiempo después, Yuna da un discurso en el estadio de Luca, completamente abarrotado. Tras informar a los asistentes de que Sinh ha desaparecido para siempre, pide al pueblo de Spira que reconstruya todo lo que fue destruido por Sinh y que inicie una nueva vida. Sus últimas palabras son: "Los amigos perdidos, los sueños desvanecidos... No los olvidéis".